No era un problema para mi, era una necesidad. Cada día necesitaba de mi rutina, esa que me hacia bien (pero en el mundo real me hacia mal, y estaba confirmado). Pasó una semana y no sufria, siemplemente te queria.
Me levanté y pensé: "ya pasó una semana... mañana podria..." convenciendome a mi misma que ya le habia dado tiempo suficiente a todo en mi cuerpo para acomodarse... y volver a empezar. Si lo miramos asi, nunca estuve predispuesta a dejar nada, queria un STOP y no porque yo lo quisiera asi, sino porque mi cuerpo lo reclamaba. Pero siempre tuve en claro eso - NO LA IBA A DEJAR -
Fue ir y hacer lo mio, sonrisa y alegria... eso era lo que necesitaba. Ironicamente me miré al espejo y dije "como te necesitaba"... y lo mas triste que no fue un impulso, es la verdad.
Algo irreal me hace felíz, una locura que se esconde en una amiga imaginaria es la única que no me traiciona. Loca no estoy, por algo escribo esto, para tener bien en claro que nada de todo esto que planeo se me puede ir de las manos.
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humanoidez